¿Vives de alquiler y estás buscando un sistema de calefacción barata sin instalación para no congelarte este invierno?
Si tu vivienda no cuenta con calefacción central, seguro que te preocupa el frío que se avecina. Y es que, instalar una caldera, suelo radiante o conductos de ventilación para una estufa de pellets o una chimenea puede ser una inversión importante con las complicaciones y el engorro que supone hacer obras en casa.
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Sistemas de calefacción sin instalación: Las mejores soluciones para este invierno
Aunque no sea posible calentar tu hogar a coste cero, la buena noticia es que existen alternativas rentables para combatir el frío sin necesidad de instalaciones complicadas. Desde los clásicos radiadores eléctricos hasta las modernas y elegantes chimeneas de bioetanol.
Radiadores de aceite
El radiador de aceite es un calefactor auxiliar eléctrico que ofrece una muy buena relación calidad-precio. Es robusto, eficiente y práctico para calentar una habitación pequeña de hasta 30 m². Aunque suelen ser bastante pesados, no es un inconveniente, ya que en la mayoría de modelos vienen equipados con ruedas y unas prácticas asas a cada lado del radiador para moverlos si esfuerzo.
Estos radiadores utilizan un fluido térmico (aceite diatérmico) con un punto de ebullición y capacidad calorífica muy alta. Una resistencia eléctrica es la que calienta el aceite que circula por la carcasa metálica del radiador, distribuyendo el calor de forma uniforme.
En comparación con otros sistemas de calefacción, los radiadores de aceite convierten casi toda la electricidad que consumen en calor, lo que significa que son increíblemente eficientes. Incluso después de apagarlos, el aceite del radiador seguirá irradiando calor cierto tiempo.
En cuanto a la seguridad, los radiadores de aceite suelen estar equipados con protección contra el sobrecalentamiento y sistemas de apagado automático en caso de vuelco. No necesitan instalación, simplemente basta con enchufarlos a una toma de corriente, y estarán listos para funcionar de inmediato. Su mantenimiento es sencillo, solo hay que limpiarlos regularmente para que el polvo y la suciedad no se acumule entre las aletas.
Este tipo de radiadores ofrecen una amplia gama de opciones para regular la temperatura. Desde los clásicos termostatos analógicos con un control más sencillo e intuitivo, hasta los digitales con pantalla LCD y temporizadores para configurar los horarios de encendido y apagado. En lo referente al ahorro, te invito a leer nuestro artículo sobre cuánto consume un radiador de aceite.
Estancias recomendadas | Salones y dormitorios pequeños o medianos |
Superficie recomendada | Hasta 30 m² |
Consumo | 500-2500 W |
Precio | 50-200 € |
Tiempo de calentamiento | 30-45 minutos |
Ruido | 40-50 dB |
Seguridad | Protección contra sobrecalentamiento, sistema antivuelco, termostato regulable y ruedas para facilitar el desplazamiento |
Convectores eléctricos de bajo consumo
Dentro de la gama de radiadores eléctricos, el convector es el modelo más básico. Funciona por convección, donde una resistencia eléctrica calienta el aire que entra desde abajo del aparato y lo expulsa por la parte superior.
Presentado a menudo como una solución de calefacción adicional, el convector eléctrico encuentra fácilmente su lugar en habitaciones pequeñas o medianas. Hay que tener en cuenta que, dependiendo del modelo, pueden hacer más o menos ruido.
Destacan por su capacidad para calentar una habitación entera de forma gradual y uniforme. Son especialmente útiles en estancias con paredes altas, ya que el aire caliente tiende a ascender y acumularse en el techo.
Los convectores eléctricos suelen estar equipados con un termostato que permite controlar la temperatura de la habitación. Cuando se apagan, dejan de emitir calor de inmediato.
Tienen la ventaja de ser un aparato ligero, ocupan poco espacio, son fáciles de instalar, de utilizar y relativamente asequibles.
Estancias recomendadas | Habitaciones, despachos, salas de estar y dormitorios |
Superficie recomendada | 10-30 m² |
Consumo | 750-2.000 W |
Precio | 30-100 € |
Tiempo de calentamiento | instantáneo |
Ruido | 40-50 dB |
Seguridad | Fusible térmico, pies antidezlizantes y protección contra sobrecalentamiento |
Chimeneas eléctricas
Crea un ambiente cálido y acogedor en tu hogar con una chimenea eléctrica y disfruta del efecto visual de las llamas. Tendrás la sensación de estar junto al fuego de una auténtica chimenea sin tener que preocuparte por la salida de humos, almacenar leña o limpiarla a menudo.
Con una potencia que oscila entre los 800 y 2000 W, las chimeneas eléctricas se consideran un sistema de calefacción auxiliar para superficies de 20 a 30 m². Son especialmente útiles en momentos puntuales antes de que se desplomen las temperaturas, cuándo aún no es necesario encender la calefacción central o los radiadores.
La tecnología LED permite crear la ilusión de un fuego con llamas reales, que pueden ser de diferentes colores y tamaños. Aunque una de sus principales limitaciones es que, a pesar de su realismo visual, no emiten el mismo calor que una chimenea tradicional. Esto puede hacer que la sensación de calidez sea menos intensa, factor importante a tener en cuenta si vives en una zona con un clima extremadamente frío.
Si no soportas el olor a gas de las estufas de butano, el humo por la quema de leña o simplemente quieres dar un toque rústico a tu hogar, puedes encontrar chimeneas eléctricas realmente económicas. Su precio es accesible para diferentes presupuestos, oscilando entre los 100 y los 1.000 euros.
Estancias recomendadas | Dormitorios, salones y salas de estar |
Superficie recomendada | 20-30 m² |
Consumo | 800-2000 W |
Precio | 100-500 € |
Tiempo de calentamiento | 15-20 minutos |
Ruido | 20-40 dB |
Seguridad | Protección contra sobrecalentamiento, detector de ventanas abiertas y apagado automático |
Estufas de gas
La estufa de gas es una candidata ideal para ser uno de los mejores sistemas de calefacción económica sin instalación.
Son adecuadas en estancias bien ventiladas de más de 20 m², como salones, comedores o estudios. No es aconsejable colocarlas en espacios muy pequeños y, sobre todo, nunca deben utilizarse en dormitorios.
Las estufas modernas cuentan con sistemas de seguridad que se apagan cuando detectan niveles excesivos de CO₂. Pero para tu tranquilidad, puedes instalar un detector monóxido de carbono cerca de la estufa.
La mayoría de estufas de gas tienen ruedas que facilitan su movimiento y manejabilidad. Al moverlas de sitio, hay que asegurarse de que están apagadas y completamente frías para evitar el riesgo de quemaduras.
Una gran alternativa para instalar calefacción de gas sin obras, de lo único que hay que preocuparse es de tener siempre una bombona de repuesto para no quedarse sin calefacción en pleno invierno.
Estufas de gas radiante
Son las primeras que salieron en el mercado. La gran ventaja de este tipo de estufa es que es la que consume menos gas. Son conocidas por calentar rápidamente y su alto poder calorífico. Se deben colocar en superficies bien ventiladas de aproximadamente 30 m².
Estufas catalíticas
Emiten calor a través de un panel catalítico por radiación, calentando objetos e indirectamente el aire. La combustión se produce de manera diferente, ya que el gas circula por todo el panel. Con un consumo de 140 a 200 gramos de gas por hora (aproximadamente de 50 a 60 horas con una bombona de butano), son ideales para estancias de unos 25 m2.
Estufa de gas de llama azul
Las más seguras y eficientes. Tienen dos salidas de calor, una frontal y otra superior, calentando directamente el aire a través de la llama y manteniendo una temperatura equilibrada en el ambiente. Con un consumo de gas de alrededor de 300 gramos por hora y una potencia que puede alcanzar los 4,000 W, se recomiendan para superficies de hasta 35 m2.
Estufas de parafina
Las estufas de parafina son una opción de calefacción de combustible líquido que se caracterizan por ser silenciosas, seguras, económicas, limpias y sin instalación.
El calor que generan es muy confortable, ya que lo distribuyen de forma homogénea por toda la estancia. Se recomiendan para calentar superficies de hasta 40 m², no siendo aconsejables en espacios con menos de 10 m².
Considerando que el precio de la parafina es de alrededor de 2,50 euros por litro, el consumo mensual es de un 20% inferior al de un calentador eléctrico. Además, con una garrafa de 20 litros, puedes utilizar tu estufa durante varios días antes de recargarla.
0,13 litros/hora x 2,5 €/litro = 0,32 €/hora
0,5 litros/hora x 2,5 €/litro = 1,25 €/hora
Estas estufas emiten dióxido de carbono (CO₂), por eso es imprescindible ventilar bien la habitación y no dormir con ella encendida.
Existen dos tipos principales:
Estufas de parafina con mecha manual
Son sencillas de utilizar, no requieren casi mantenimiento ni electricidad. Funcionan con una cámara de combustión y una mecha que se enciende manualmente con un mechero o una cerilla. La mecha es de altura regulable para controlar la intensidad de la llama y el consumo de combustible.
Estufas de parafina electrónicas
Las estufas de parafina electrónicas requieren alimentación eléctrica. Utilizan un quemador electrónico y proporcionan un mayor control sobre las funcionalidades de la estufa.
Entre las que destacan: el control eléctrico del quemador, sistema de auto limpieza, un termostato de encendido/apagado y la programación diaria de funcionamiento. Cuentan con sistemas de seguridad de temperatura, apagado de emergencia, antivuelco y control parental.
Emisores térmicos con ruedas
Si bien es cierto que los emisores térmicos precisan de una instalación mínima, generalmente taladrar un par de agujeros en la pared y colgarlos en su soporte, en ocasiones, nos encontramos con la necesidad de cambiar la ubicación de un radiador para calentar otra zona de la casa.
Si el emisor térmico no cuenta con ruedas, esta tarea puede resultar bastante incómoda, ya que tenemos que moverlo de sitio arrastrándolo o levantándolo.
Para solucionar las limitaciones de una instalación fija y poder utilizar este tipo de radiadores sin hacer obras, necesitarás un kit de ruedas o un juego de patas para convertir tu emisor térmico en un auténtico sistema de calefacción portátil.
Los emisores térmicos, también conocidos como radiadores eléctricos de calor azul, son una elección muy acertada cuando se busca un sistema de calefacción sencillo, limpio (sin humo ni olores) y altamente eficiente en términos de consumo eléctrico.
Una de las características más importantes es que la mayoría de los modelos actuales son programables, lo que te permite adaptar la calefacción a tus rutinas diarias.
En términos de tecnología, existen tres tipos:
Estancias recomendadas | Dormitorios pequeños y medianos |
Superficie recomendada | Hasta 20 m² |
Consumo | 500-2000 W |
Precio | 100-200 € |
Tiempo de calentamiento | 30-60 minutos |
Ruido | 30-40 dB |
Seguridad | Protección contra sobrecalentamiento y sensor de ventanas abierta, entre otros |
Estufas halógenas
Si estás considerando invertir en un sistema de calefacción sin instalación, las estufas halógenas son una opción que definitivamente deberías tener en cuenta. Su precio es muy asequible, con modelos a partir de 20 euros.
A diferencia de otros calefactores que tardan más en calentarse, este tipo de estufas utilizan bombillas halógenas que emiten calor en cuestión de segundos. Es importante destacar que cuándo se apagan, la sensación de calor disminuye también rápidamente.
¿Las estufas halógenas gastan mucho? El consumo de las estufas halógenas oscila entre los 400 y 1200 W, con dos o tres niveles de potencia fáciles de ajustar que ayudan a controlar el gasto energético.
Dirigen el calor hacia una zona específica. Ubicadas de manera estratégica, son perfectas para calentar espacios pequeños o partes concretas de una habitación.
Además de ser asequibles y eficientes, las estufas halógenas también son muy fiables. Cuentan con sistema de seguridad contra caídas y una rejilla de protección para evitar quemaduras. Son silenciosas y ocupan muy poco espacio, después del invierno caben fácilmente en un armario.
Tipo de radiación | Infrarroja |
Fuente de calor | Bombilla halógena |
Precio | Desde 20 € |
Tiempo de calentamiento | Inmediato |
Consumo | 400 – 1200 W |
Sensación de calor | Directa |
Seguridad | Sistema de seguridad antivuelco, protección contra sobrecalentamiento y rejilla de seguridad |
Estufas de cuarzo
También conocidas como «estufas de barras», funcionan calentando dos o más tubos de cuarzo que contienen en su interior un filamento de tungsteno. Cuando la electricidad pasa a través del filamento, se calienta y el tubo de cuarzo emite radiación infrarroja.
Calientan los objetos y las personas en lugar de calentar el aire, creando un ambiente cálido y confortable en cuestión de minutos. Hay que tener en cuenta que el calor puede resultar demasiado intenso y desagradable si se está muy cerca de la estufa o si se miran directamente los tubos de cuarzo.
En cuanto a rendimiento, son más eficientes energéticamente cuando se usan de manera puntual o para calentar el cuarto de baño antes de entrar a la ducha.
Estancia recomendada | Cuartos de baño |
Tipo de radiación | Infrarroja |
Fuente de calor | Resistencia de cuarzo |
Precio | A partir de 15 € |
Tiempo de calentamiento | Inmediato |
Consumo | 400 – 1200 W |
Sensación de calor | Indirecta |
Seguridad | Dispositivo de seguridad antivuelco |
Termoventilador
Los termoventiladores acaparan las estanterías de las tiendas a medida que se acerca el invierno. Prácticos durante los cambios estacionales, ofrecen una solución eficaz y puntual para compensar los primeros descensos de temperatura.
De hecho, pueden ser una buena alternativa a tu sistema de calefacción principal, por ejemplo, cuando solo necesitas calentar una habitación pequeña o una zona específica de tu casa. También puede ser útil en el baño antes de ducharte o bañarte para no tener que encender los radiadores o secadores de toallas con antelación.
La mayoría de calefactores pequeños de este tipo cuentan con medidas de seguridad que evitan que se sobrecalienten y se apagan automáticamente si se caen o se vuelcan. Sin embargo, es importante tener en cuenta que estos aparatos deben enchufarse directamente a un tomacorriente de pared y no a un alargador o regleta para prevenir posibles cortocircuitos.
Cada vez es más frecuente encontrar calefactores con ventilador de cerámica con tecnología PTC, que demuestran ser más eficaces desde el punto de vista energético que los termoventiladores convencionales.
Si bien un calefactor de aire de bajo consumo caliente de forma casi instantánea, dejarlo encendido varias horas no es una buena idea, ya que su consumo eléctrico sigue siendo alto en comparación con otros sistemas de calefacción sin instalación.
Estancias recomendadas | Habitaciones pequeñas, como baños, cocinas o dormitorios |
Superficie recomendada | Hasta 20 m² |
Consumo | 1000-2000 W |
Precio | Desde 15 € |
Tiempo de calentamiento | 5-10 minutos |
Ruido | 40-50 dB |
Seguridad | Apagado automático en caso de sobrecalentamiento o vuelco |
Calefactor cerámico
Los calefactores cerámicos aprovechan las propiedades térmicas de la cerámica. Retienen el calor durante más tiempo en comparación con otros sistemas de calefacción eléctrica. Destacan por su eficiencia energética y su capacidad para proporcionar calor prácticamente al instante sin resecar el ambiente.
Son portátiles y recomendados para calentar espacios pequeños. Por ejemplo, un modelo de 1,500 vatios puede subir la temperatura de una habitación de 20 m² en unos 30 minutos. Suelen estar equipados con ventiladores para distribuir el calor de manera uniforme por toda la superficie.
Los calefactores cerámicos no necesitan instalación más allá de encontrar un enchufe cercano. Con un tamaño relativamente pequeño, se pueden mover fácilmente de una habitación a otra. Son bastante silenciosos, su sistema de ventilación les permite difundir el calor de manera eficiente sin hacer ruido.
Los calefactores cerámicos son una opción segura y económica, pare tener calefacción en casa sin obras. Cuentan con una carcasa que permanece fría al tacto, temporizador, termostato, un sistema anti-vuelco y protección para que no se sobrecaliente.
Su precio varía en función de la potencia y las funcionalidades del aparato. Los modelos más básicos rondan entre los 20 y 100 €.
Estancias recomendadas | Salón, dormitorios y cuarto de baño |
Superficie recomendada | 10-20 m² |
Consumo | 750-2.500 W |
Precio | 20-100 € |
Tiempo de calentamiento | Calor instantáneo |
Ruido | 40-50 dB |
Seguridad | Protección contra sobrecalentamiento y termostato |
Estufas de bioetanol
Las estufas de bioetanol son respetuosas con el medio ambiente, fáciles de usar, de mantener y no es necesario instalar complicados conductos de ventilación.
Desde un punto de vista estético, están consideradas como auténticas chimeneas, pero en lugar de quemar leña, utilizan bioetanol, hasta el punto de que también son conocidas bajo el nombre de biochimeneas o bioestufas. El bioetanol es un combustible 100% renovable de origen vegetal. Se produce a partir de la fermentación de plantas como la caña de azúcar, la remolacha, el maíz o incluso de residuos agrícolas.
Son perfectas como elemento decorativo para crear un ambiente cálido y acogedor con un toque rústico en tu hogar. Pueden calentar estancias de 20 a 30 m² sin pérdidas de calor, generando aproximadamente 3,5-4 kW/h, dependiendo del tamaño y potencia del modelo. No se recomienda usarlas en habitaciones de menos de 10 m².
La mayoría de los modelos se entregan prácticamente ensamblados y requieren solo la colocación de una manija de puerta o un vidrio de seguridad.
Estancias recomendadas | Salas de estar, comedores, dormitorios y oficinas |
Superficie recomendada | 20-30 m² |
Consumo | 0,2-0,6 litros/hora |
Precio | Desde 100 € |
Tiempo de calentamiento | 20 minutos |
Ruido | Muy silenciosas |
Seguridad | Camára de combustión y vidrio de seguridad |